Tiempo y mundos

Lo vi en un documental de la BBC. Se trataba de saber si realmente se puede viajar en el tiempo. Aparecían científicos que habían ideado diferentes sistemas, pero todos tenían en común que para llevarlos a cabo haría falta una cantidad de energía que quizá no haya en todo el Universo.
Esto les llevó a lo único creado por el hombre que crece exponencialmente: la capacidad de procesar información. Quizá nunca se pueda disponer de energía suficiente para hacer un viaje en el tiempo, pero sí se podrá (con esa descomunal cantidad de información procesada) crear simuladores del mundo. Del mundo actual o del mundo de hace x siglos.

Y esto nos lleva a la pregunta inevitable: ¿cómo sabemos que vivimos en el mundo "real" y no en un supersimulador? Si alguien piensa que para qué se va a crear esa cosa, le recuerdo que en realidad ya se ha hecho. Que se pase por Second Life, o eche un vistazo a los SIMS. Todavía son torpes imitaciones, muy lejos de lo que dentro de cien años podría construirse: simuladores de seres humanos capaces de tener recuerdos, de sentir miedo... De creerse que viven en el mundo real (o mejor llamado natural, por oposición al creado por el hombre, que sería artificial; porque para nosotros, tristes avatares, esto es tan real como la vida misma).

El nombre Madrid procede al parecer de la fusión de la palabra mozárabe matrice (sí, del latín matrix), que significa fuente, y la árabe mayrit, cauce. Quizá el código fuente esté escondido aquí, en la ciudad del monumento a Luzbel.


Si Augusto Pérez levantara la cabeza.