Aunque los dos trabajan con la lengua, lo que distingue al periodista del filólogo es que para el primero es un instrumento, mientras que para el segundo es un fin en sí misma.
El periodista usa la lengua para salir al mundo. Para el filólogo, la lengua, en su forma literaria, es el mundo.
El poeta crea mundos con ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Yo también trabajo con lass lenguasss.
Y no soy ni filóloga ni periodista.
ea.
que gusto volver a leerte
vaya, que bonito...
plas plas plas
Besos!
Publicar un comentario