¿Qué pasó con Garci?

Sí, qué pasó con José Luis Garci entre 1987 y 1994, ¿en qué momento se dio el golpe en la cabeza? Algo en esos años de parón, en los que solo rueda para la tele, tiene que explicar por qué el director de Asignatura pendiente, Solos en la madrugada, El crack o Sesión continua empieza a hacer Canción de cuna, La herida luminosa, El abuelo o Tiovivo (Ninette prefiero hacer como que no existe).
Si me hubiese pasado los últimos quince años en la más remota isla del pacífico y al regreso me hubieran puesto You're the one, Historia de un beso y después Un lugar en el mundo, Martín (H) y Lugares comunes, y me hubieran preguntado cuáles son las de Garci, habría dicho, claramente, que estas últimas. En ellas puedo reconocer ese Madrid tan presente en sus pelis, ese tono filosófico-azucarado, el retrato del tiempo actual, además de la vieja cara conocida de José Sacristán que le daría el testigo de actor fetiche a Federico Lupi... En fin, cosas fácilmente atribuibles a Garci. Pero no.
Llegado a este punto tengo que preguntarme si Adolfo Aristaráin no es más que un pseudónimo.